lunes, 18 de marzo de 2013

LA VACA SAGRADA


                   ¡Atención!. Me podría explicar quien está de guardia, en esta garita.-Yo mi Sargento- Ujú,  y ¿Quién es usted? -Bueno esas es una larga historia, pero se conformaría en saber que yo le pedí prestado al soldado un momento este lugar para dormir.-Si ya veo, porque usted no es González.- El soldado es un hombre de carta cabal y con una disciplina intachable. ¡Claro!, ya no.-Señor, discúlpelo, lo que pasa, es que le contaba yo una historia al joven, y salió corriendo a defender la Democracia.
-Ajá, usted podría explicar esto en la oficina de mi Coronel Raúl. -¡Nooo!, como va a creer eso, yo no tengo por qué estar preso, ya la dictadura calló.- ¿Cómo así? Usted tiene que ser llevado ante la justicia, usted no es Militar, y además esta violentando la ley del cuartel.-Ok, pero antes déjeme contarle qué le paso a su subordinado, y luego me lleva ante su Coronel. Además, con todo el respeto que se merece por su investidura, yo le recuerdo que no tiene que sentir miedo conmigo aquí.-Perfecto, cuénteme pues

               Poniéndose de pie en las botas grandes y pantalones anchos, con la camisa un poco arrugada, el señor ya de uno 33 años se dispuso con toda la tranquilidad y detalle a contarle todo. Bueno al menos lo suficiente como para satisfacer la curiosidad del Sargento.

                -Escuche, pare la oreja. Yo soy un funcionario también retirado. Me retiré por una sencilla enfermedad.-Ajá, pero ¿Cuál es esa enfermedad tan grave?- Pero déjeme contarle. Yo soy veterinario, trabajé muchos años en el campo, me trajeron para arreglar una situación bien fuerte, pero al parecer no resultó como yo pensaba. Un día amanecí en mi pueblo con poco dinero y decidí venirme a la  capital por un recorte de periódico que ofrecía, buen sueldo y en Miraflores.

              Con mirada un poco sospechosa y sin entender mucho el Sargento le preguntó.-¿Cuál era sus funciones en este cargo?.-Le explico buen hombre, ya que me ha escuchado con detenimiento y sin chistar muchas cosas. -Por mi poca imaginación o mucha, creí que solicitaban un Veterinario.-Ajá pero no me dijo que el recorte decía Veterinario.-No exactamente, permítame un papel y présteme este lápiz que tiene en su camisa. El pedazo de papel del Diario El amanecer, decía:

“Se solicita especialista con gran experiencia para manejar la vaca sagrada, bien cargada 10 Bs. el cuarto de hora con salida el jueves, esquina de Miraflores, antigua residencia la Trilla”
Matutino El Amanecer
Miércoles 22 de Enero de 1958.

               Después de leer el Sargento. Pasaron 10 minutos explicando la famosa enfermedad que  le había sacado del negocio de los animales al señor, en su amado llano de Portuguesa, por allá en el pueblo de San Nicolás. -Ve usted, de mis razones-¡Ah! está bien, ahora le entiendo. Pero explíqueme ¿Cuál fue su confusión?-No lo ve mi Sargento, le puedo decir así.-Prosiga ciudadano, prosiga. Le contesto el Militar con voz fuerte. El señor se recostó al muro y mirando al horizonte, le comentó.-¿Usted observa en el cielo aquel Avión?- Si, claro. Y que tiene que ver con esta conversa.-Sencillo, sencillo. 
                  El día que yo llegué a esa Madre Casa, nunca se me ocurrió que lo que solicitaban era un mecánico, que hiciera de la veces de piloto. Una señora llamada Flor me contrató para el trabajo y me dio más dinero por adelantado, 50 Bs. Y me dijo: -Señor, es de vida o muerte. Claro al ponérmelo así, yo le dije: -Señora, los llaneros somos del tamaño del compromiso. Y salí corriendo hasta la zona donde me informaron. Había ese día mucho revuelo y gente que iba y venía con preocupación. Cuando llegué al lugar me quedé perplejo. El animal que buscaba no tenía la característica que yo estaba acostumbrado. Era muy grande, de cuatro motores, con siglas DC 54 Skymaster. En ese momento el Militar reflexionó a la velocidad de la luz y salió corriendo. El Veterinario vio como  este hombre bajaba la escalera con un afán de tal forma que le dijo: -¡Señor cuidado! Son las 2 de la mañana, ese avión lleva rumbo “Santa Domingo”, y tenga por seguro que el General Marcos Pérez Jiménez le hecho tanto pasto, que el tanque de gasolina pesa más que todos los corotos que se llevó.

               -Sinceramente chico, la peor enfermedad es la ignorancia, por eso es que mi mamá me lo recordaba, niño Fernando, lea y comprenda, aprenda a poner la coma-.

En la madrugada del  23 de Enero de 1958 el Militar  Marcos Pérez Jiménez se fugó de Venezuela por una revuelta que comenzó en los corazones de todos los hombres y mujeres libres, que amaban la Democracia.

3 comentarios:

  1. guau prof. Rafael publico la vaca sagrada , el martes leemos como juan conocio al pLaneta X XD!!!!!

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  2. profe que buenos cuentos me gustan toditos son divertidos soy dani

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  3. GRACIAS MIS CHAMOS...SE LES QUIERE. Saludos

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